Crónica. J.Ll.
El 15 de mayo por fin se ha llevado a escena La dama del alba, la obra de Alejandro Casona, por parte del grupo de teatro del I.E.S. “San José”, en doble sesión: matutina para los pocos grupos que caben en el salón de actos del instituto (siempre menos de los que querrían haber asistido) y vespertina para todo aquel que ha querido venir a ver la función: familias, el resto del alumnado y del profesorado (de este y de otros centros –amigos en todo caso-).
El público ha quedado encantado por el trabajo de todas las actrices y los dos actores: cada uno “metido” en su papel ejemplarmente.
Los grandes resultados nunca son producto de la suerte, no suelen ser fruto solo del talento: llegan tras grandes sacrificios y esfuerzos, como los que han hecho todos los integrantes del grupo “Contigo Teatro”, desde el último llegado hasta las actuales directoras, Marta Ismer, Julia Montoya y María José Gómez. Han sacrificado sus recreos desde el principio del curso, por no disponer de horas de carácter lectivo, y muchas tardes restadas al ocio y al estudio; todo ello por afición (que es amor) al teatro.
A todos ellos debemos darles las gracias por ese esfuerzo anterior, no solo por el espectáculo que nos han regalado.
La obra de Alejandro Casona no es fácil (ni breve), está llena de sensibilidad y poesía que todas las actrices (y actores) han sabido asumir pese a su juventud, para grata sorpresa y encanto del público. Lo que voy a decir suena a perogrullada, pero el teatro es así literalmente: todas(os) han sabido dar relieve a personajes de papel; y lo importante es que lo han hecho convincentemente. El autor crea diálogos de papel (no solo “sobre” papel); falta prestarles, no ya auténtico relieve, no ya auténtica vida, carne y hueso a la invención, voz y respiración al escrito, sino también credibilidad. En esta “Dama del alba”, Paula Alcalde ha dotado de energía a Telva; Asela Asensi ha hecho que el abuelo se creciera ante la adversidad, Marta Olona ha dado los matices cambiantes que exige el papel de la madre, Natalia Alcalá ha incorporado el difícil papel de quien no sabe reír, Irene Hervás contiene a Adela en el molde de humildad que su personaje requiere, Helena Martínez llena de desesperación el arrepentimiento de la (¿inesperada?) ausente, Miguel Bachiller ha ocultado en su rostro y en su actitud lo que su personaje quiere ocultar; en fin, las niñas (Lara Ruiz, María Olona, Sara Bueno y Blanca Pérez) han sido pura alegría y curiosidad; y el mozo (Javier Hervás), pura ingenuidad apenas impostada de bravura. Al baile (coreografiado por Ana Soriano) se han sumado Jimena Torrecilla y Naiara Zafra. Jamás ha faltado música en directo en una actuación de “Contigo Teatro”: esta vez de debe a Helena Martínez, que ha interpretado, acompañándose del piano, “23 de junio”, de Vetusta Morla. La propia Helena ha creado ese cartel tan... (no sé, profesional).
Nuevamente, muchas gracias a “Contigo Teatro”.